miércoles, 18 de marzo de 2009

Chiquitos pero matones. Protocolo Infantil.

Son muchos los eruditos del mundo de la literatura, las artes o las ciencias que se han pronunciado respecto a la maravillosa experiencia de ser padres. Con el fin de daros a entender desde el principio el punto de vista que va a tener el artículo, he seleccionado algunas:
- Stendhal : “Un hijo es un acreedor dado por la naturaleza”
- Friedrich Nietzsche : “ Mucho tienen que hacer los padres para compensar el hecho de tener hijos”
- Michael Levine : “ Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo que tener un piano no lo convierte a uno en pianista”
- Johann Wolfgang von Goethe : “ Podrían engendrarse hijos educados si lo estuvieran los padres”

Como os habréis podido imaginar, este artículo pretende (humildemente) dar algunas pautas de conducta a los padres con el fin de que no se produzcan situaciones incómodas con sus hijos en lugares públicos. Os pregunto: ¿ Cuántos de nosotros hemos tenido que presenciar llantinas, gritos o correteos en un restaurante?. ¿ Cuántos niños han decidido subirse al altar en plena boda? ¿¡ Soy yo la única que ha llegado a ver a niños, cual “Kamikazes”, montados en triciclos dentro de Centros Comerciales!?. ¿ Nunca habéis sido testigos de una rabieta con patadas voladoras incluidas ?. Sabemos que es duro poner límites a una carita sonrosada de ojos risueños. Sabemos que existen corrientes pedagógicas que defienden que el niño debe expresarse libremente y descargar su energía. Pero, ¿ es necesario que casualmente siempre descargue su potencial ímpetu en lugares públicos?

Actitud:
La actitud de los padres siempre debe ser proactiva. Hay que adelantarse a las intenciones del niño. Son demasiados los padres que, en plena comida, tienen que salir corriendo a rescatar a su cachorro, el cual hace rato que se ha metido en un lío. Otros padres en cambio emplean la táctica del grito ( es decir, molesta el niño y molestan los padres). Os pongo en situación,
Fase 1: El niño comienza a alejarse, los padres, que conversan animadamente en la mesa, gritan: ¡Moncho, ven aquí!.
Fase 2 : El niño, como niño que es, sigue su particular aventura por la zona, acercándose a la gente, mirando su plato y los clientes incómodos le preguntan : ¿ y tu mamá?.
Fase 3 : Los padres elevan el tono de voz: ¡ Moncho!, ¡ Haz el favor!. El niño decide que los gritos de sus padres, suman puntos al nivel de peligrosidad e intriga.
Fase 4 : Después de 20 minutos molestando a los comensales, la mamá se levanta, corre cual elefanta enfadada, recupera a Moncho y le da un cachete.
¿ No habría que darle un cachete a ella por desprendida?

Conversaciones :
Los niños son incapaces de distinguir entre lo políticamente correcto y lo incorrecto. Precisamente por esto se expresan en voz alta en situaciones en las que se debe guardar silencio ( bodas, misas etc.) y a gritos en otras en las que se debe mantener un tono bajo ( restaurantes o tienda). Es deber de los padres, enseñarles cuándo y cómo hablar, cuándo y cómo expresarse y cuándo y cómo deben opinar. Es más, hay muchos adultos que una vez han visto a los hijos de los amigos (o sobrinitos) interpretar la canción aprendida esa semana en el colegio, no desean escuchar todo el repertorio. Es cierto que suena cruel pero pregunto de nuevo: ¿ Cuántos de nosotros hemos escuchado durante horas las aventuras escolares de los más pequeños, sus canciones, sus asignaturas favoritas, sus chistes...?. ¿ Culpa de los niños? . No. Culpa de los padres que no son conscientes de que su hijo no es un mono de feria.
Normas básicas de educación:
La situación más cotidiana y por la que debe empezar la disciplina es la mesa. Independientemente de normas como son el empleo de los cubiertos, masticar con la boca cerrada y no jugar con la comida, existen otras que se nos suelen olvidar y que son vitales para instaurar un rutina correcta. La primera es la higiene, los niños no deben sentarse a la mesa sin haberse lavado las manos, con ropa sucia. La segunda es el tono de voz, si lo controlan en casa lo harán fuera de ella y en tercer lugar, la LGP ( Ley del Gracias y el Por Favor). No se exigen las cosas, se piden con educación. Desde muy niños deben saber que no siempre tendrán todo lo que deseen y eso pasa por no sucumbir a las rabietas ( por agresivas, vergonzosas y sonoras que sean).

Llamamiento a los padres:
Apliquemos, no sólo con nuestros hijos, sino con todos los que puedan estar alrededor, la ya manida pero útil fórmula RES y la innovadora Ley de los 5 metros.
RESPECTO : ¿ Está faltando mi hijo el respeto a alguien ? ¿ lo estoy haciendo por ende, yo?
EDUCACIÓN: ¿ Está siendo mi hijo educado? ¿ Ha incumplido algo de lo enseñado en casa?
SENTIDO COMÚN: Sentido común para valorar si nuestro pequeño está siendo protagonista de alguna situación, incómoda o peligrosa para él.
Ley de los 5 metros : El niño nunca debe estar a más de cinco metros de los padres sin la supervisión de un adulto.
Querría concluir este artículo rompiendo una lanza a favor de los padres, los cuales si bien responsables de la actitud de sus hijos, son definitivamente muuuuuy sufridos. Dice así : “Pocas cosas resultan más satisfactorias que ver a nuestros hijos criar hijos adolescentes”. ( Doug Larson)

por Cristina Hernández.-

viernes, 6 de marzo de 2009

La Navidad en la empresa: ¿Ángel o Demonio?

Cada año, a mediados de noviembre comenzamos a sentir el gusanillo de la Navidad. Las calles se iluminan de luces, los centros comerciales nos invitan a entrar como manzanas del paraíso, comienzan las llamadas para las cenas navideñas... Para todos, estas fechas son sinónimo de solidaridad, de familia, de alegría... Por supuesto, no todo el monte es orégano. La Navidad también implica, cenas de trabajo, regalos a clientes, envío indiscriminado de “christmas” y demás cuestiones laborales que pueden desembocar en una úlcera. A continuación veremos algunos consejos para paliar los efectos de la Navidad en nuestra salud mental y la de nuestros colaboradores.

Es algo muy habitual en las empresas organizar cenas de Navidad para los empleados. Los jefes ven así una manera de acercarse a sus subalternos (una vez al año no hace daño) y estos la conciben como una oportunidad para hablar de tú a tú al jefe tomando una copa. Si somos los encargados de organizarla, es nuestro momento de lucirnos. El sitio debe elegirse con bastante tiempo de antelación, cuanto más, mejor, puesto que por esas fechas todo suele estar reservado y podemos encontrarnos en la calle. A la hora de reservar el lugar, habrá que tener presente el tamaño, el aforo, las posibilidades técnicas (siempre hay algún jefe que le gusta dar discursos), la comida (anisakis, alergias...) e incluso la decoración. Con respecto a este punto, la idea de mezclar los motivos navideños con el logo de la empresa suele generar en los asistentes un sentimiento de pertenencia muy beneficioso para el desarrollo de la cena. Rojo con dorado o bien azul y plateado son las combinaciones más exitosas.

A la hora de colocar a la gente hay que ser especialmente cuidadoso. Es algo típico mezclar departamentos distintos en las mesas para que así puedan entablar relación pero antes, tendremos que comprobar si nuestros compañeros prefieren compartir el ágape con sus colegas de departamento. El organizador debe estar al tanto de las buenas o malas relaciones internas para evitar que el rencor y el alcohol nos destrocen la fiesta .
Si deseamos hacer una cena debemos de tener en cuenta que los más marchosos de la oficina querrán seguir después la fiesta en otro sitio, prever esto es un punto más para nosotros. Por el contrario si es una celebración a mediodía contamos con dos ventajas, una menor duración y la imposibilidad de continuar la fiesta. Ahora bien, las comidas no suelen ser muy populares puesto que después uno debe reincorporarse a la rutina laboral.

En general, no se suele pedir un vestuario concreto ya que la gente tiende a acudir bien en horas de trabajo (comidas) o bien al terminar la jornada (cenas) y contamos con el beneficio de que el atuendo laboral de oficina es todoterreno. De todas formas si nuestra cena de Navidad es por todo lo alto, retrasaremos la hora de llegada y así los empleados tendrán tiempo de cambiarse y vestirse adecuadamente, tal y como habremos indicado en las invitaciones. En estas fiestas el consumo de comida suele ser decisión del invitado, pero si no queremos hablar de más procuraremos controlar el alcohol.

El envío de “Christmas” es otro de los motivos que puede volvernos locos en Navidad. Hoy en día las nuevas tecnologías permiten enviar estas tarjetas en tiempo record a través de Internet. Dichas tarjetas aunque cómodas, son excesivamente impersonales por lo que se recomienda optar por las tradicionales y escribirlas siempre a mano, con una cuidada caligrafía. En cuanto texto, lo importante es transmitir que verdaderamente sentimos lo que les decimos y que lo enviamos con cariño. Debemos enviar felicitaciones navideñas (recordemos que estamos en el ámbito laboral) a todos nuestros clientes y a aquellas personas que nos hayan prestado un servicio a lo largo del año. Por otro lado, todas las recibidas de otras personas serán contestadas, sin excepción. El diseño de los “Christmas” es muy variado, lo mejor es optar por un diseño clásico o neutro acorde a la cultura corporativa. Si por el contrario somos una empresa de diseño, moderna y vanguardista nos podremos permitir más licencias. Una gran idea es diseñarlos nosotros e incluir el logo o bien recurrir a los de UNICEF, muy clásicos y solidarios. En ocasiones, las felicitaciones suelen ir acompañadas de regalos cuando se trata de clientes importantes o socios capitalistas. El presente debe ser de valor razonable pero no excesivo (lo cual despertaría sospechas) y siempre de buen gusto. En ocasiones se opta por algo relacionado con la profesión y cuando esto no es posible las esculturas, carteras de piel, marcos etc son una posibilidad. Igualmente existen los denominados regalos “prácticos”: cestas de Navidad, vinos, jamones, turrones... La ventaja de estos es que sabemos que siempre serán utilizados. Como en todo, si regalamos a una personas extranjera debemos conocer sus gustos y costumbres y por supuesto asegurarnos de que pertenece a una cultura o religión que celebre la Navidad sino, no comprenderán el motivo del regalo o podrían sentirse ofendidos. Si conocemos bien a la persona, podemos arriesgarnos ligeramente y hacer un regalo más personal que será más valorado. Para ello habrá que haber realizado una labor de “investigación” a lo largo del año y estar al tanto de sus comentarios : “¡Cómo me gusta este vino!”, “colecciono figuritas de Lladró” o “soy vegetariano y no como carne”.

En definitiva, superar la etapa de la Navidad es fácil siempre y cuando apliquemos el buen gusto y el sentido común poniendo por delante a las personas a las que nos dirigimos y procurando hacerles agradable un momento tan entrañable.
Por Cristina Hernández.-

Curiosidades del Mundo Musulmán (Primera Parte)

Resulta fascinante lo diferentes que pueden llegar a ser dos culturas, a pesar de la aparente proximidad que existe hoy en día gracias a las nuevas tecnologías. Desde el principio de los tiempos el mundo ha sido dividido por el hombre entre oriente y occidente. Esta división no es casual, los grandes enconos existentes entre oriente y occidente ( especialmente entre las religiones musulmana y cristiana), han sido origen de guerras, Cruzadas, muerte y destrucción. Dada la creciente tensión entre el mundo occidental y el oriental en los últimos años, parece oportuno conocer un poco la cultura musulmana. Se dice que se teme y recela de lo desconocido. Conozcámosles un poco más, veremos que nos parecemos más de lo que creíamos.

El protocolo musulmán puede llamar nuestra atención , pero como veremos tiene su lógica. Pongámonos en el caso de que acabamos de recibir una invitación para una cena de gala que tendrá lugar el mes que viene en la Embajada de Marruecos en Madrid. Una vez confirmada la asistencia por escrito, nos preparamos para el momento. Lo primero que hay que hacer es comprar un regalo, ya que es impensable llegar con las manos vacías. Además, nuestra vestimenta tiene que ser muy formal, por lo que es recomendable revisar el armario para elegir el modelo más adecuado para la ocasión. Las mujeres no podemos elegir prendas llamativas o provocativas. Se debe evitar marcar la silueta y enseñar mucha piel. No está de más llevar con nosotras algún fular, por si tenemos que cubrirnos el cabello con el fin de no desentonar entre las demás mujeres de la velada.

Una vez allí, nos quitaremos los zapatos a la entrada y saludaremos a todos los conocidos. Los hombres deben realizar una reverencia, y las mujeres dar la mano. Si la persona a la que se saluda es mayor que nosotros, hay que besar su mano y después colocarla sobre nuestra frente. Si queremos conocer a alguien, no podemos dirigirnos directamente a ellos, una tercera persona será la que nos la presente, y si no se pudiera dar el caso, nos acercaremos con extrema educación. Es típico de la cultura musulmana preguntar por la salud del interlocutor y por la de su familia, aunque no sea alguien próximo a nosotros.

Durante la cena, todos los comensales estarán sentados en el suelo – los hombres con las piernas cruzadas, y las mujeres las mantendrán bajas o de costado- . Jamás se ha de empezar a comer hasta que el anfitrión nos invite a hacerlo, debemos evitar el contacto físico durante el tiempo que estemos allí y, por supuesto, participar de la conversación. Asimismo, procurar no hacer ruido, probar todo lo que nos sirvan y ser muy precavidos con las cantidades. Al principio y al final de cada comida, se agradece a Alá los alimentos recibidos. El uso de los cubiertos se realiza con la mano derecha, ya que la izquierda se considera impura.

Respecto a las costumbres gastronómicas, jamás se come cerdo (por ser el único animal que ingiere sus propios excrementos), y no se bebe alcohol. Además hay que saber que las comidas estarán casi siempre muy especiadas o incluso picantes. Al final de cada cena, se toma una taza de té, muy fuerte y amargo. Es importante tener en cuenta que jamás se debe fumar en presencia de alguien mayor que nosotros.

Aquí finalizan las primeras pinceladas de protocolo musulmán. Prometemos más entregas para convertiros en todos unos expertos.

Por Ana Jiménez y Esperanza de Toro.-

Cómo hacer un buen Curriculum y no morir en el intento

La traducción de las palabras “Currículum Vitae” no es otra que “carrera de la vida”. Nos referimos a un documento en el cual nosotros registramos nuestros conocimientos, estudios y cualidades personales desde un enfoque puramente laboral. Su objetivo es convencer a una empresa de que somos los más indicados para ocupar el puesto que están ofertando.
Hoy en día como quién dice “pegas una patada y te salen 100 licenciados”, es decir, las exigencias de la sociedad son cada vez mayores, todos estamos cada vez más formados y a su vez, somos más ambiciosos. Saber redactar este documento, nos otorga una ventaja competitiva sobre los demás al ser un factor decisivo en nuestra contratación. Además, con la llegada de la crisis el currículum vitae juega un papel crucial. Por un lado, los jóvenes se estrujan la cabeza para crear un C.V. original y llamativo, que destaque entre todos los demás candidatos. Por el otro, aquellos que cuentan con un trabajo, ante el temor de un posible ERE en su empresa, desempolvan su antiguo currículum y se dan cuenta de que está totalmente desactualizado. En consecuencia, hemos creído conveniente redactar un artículo acerca de un documento que puede cambiarnos la vida y constituye toda una oportunidad a nivel laboral. Vamos allá.
Actitud :
Muchos de nosotros tendemos hacia una actitud reactiva ante el trabajo, esto es, sólo enviamos currícula como respuesta a una oferta de trabajo. Nuestra actitud, desde un primer momento, debe ser proactiva. A pesar de que no exista ninguna vacante, hay que enviar currícula a todas aquellas empresas en las que deseemos trabajar. Las organizaciones, con dichos currícula, generan una base de datos a la cual recurren en caso de necesidad. Precisamente ese es nuestro acometido, forzar con nuestro currículum, estar en el lugar exacto en el momento adecuado.
Información:
En cuanto a la información que debe contener un currículum, existen muchas teorías. La más popular es la del “Currículum al peso”, cuantas más hojas mejor. Incurrir en este error, especialmente si somos jóvenes, se traduce en lo siguiente: Las empresas, lo primero en lo que se fijan es en el año de nacimiento, si somos muy jóvenes y ven una gran cantidad de hojas, creerán que es todo “paja” y lo desecharán. Esta idea, básicamente lo que quiere decir es que sólo se debe incluir la información básica. El resto, si la empresa lo desea, lo obtendrá a través de una entrevista personal. Nunca se debe sobrepasar las dos hojas por una sola cara.
La información que debe contener un currículum, podría reducirse en tres apartados:
- Datos personales : Nombre completo, edad, dirección, e-mail, estado civil y teléfono de contacto.
- Datos académicos : Estudios y centro en el que fueron cursados, premios a excelencias académicas o títulos de idiomas u otros menesteres ( informática, cursillos de marketing etc.). Conviene no mentir en estos aspectos, en muchas ocasiones, durante la entrevista personal se nos realiza una prueba de nivel de idiomas o informática.
- Otros datos personales: Este apartado se reserva para nuestros “·hobbies” , para mencionar si tenemos carnet de conducir o no, de qué tipo, si poseemos un vehículo propio y para resaltar aquellas virtudes que nos convierten en las personas más adecuadas para ocupar el `puesto. También, si así fuera, se puede añadir que hemos prestado algún tipo de servicio social puesto que estas acciones dicen mucho de nuestra personalidad.
Como vemos el currículum sigue una estructura en la que nos presentamos, después ofrecemos datos objetivos y comprobables de nuestros conocimientos y finalmente ponemos la guinda para convencer al interlocutor, mencionando nuestras ventajas a nivel personal.
Estética
Siempre enviaremos el currículum a ordenador, nunca a mano. En algunas ocasiones, junto al currículum se incluye una carta de presentación, la cual sí permite el manuscrito. No se deben escatimar medios para “adornar” el currículum. Dado que los interlocutores se enfrentan a cientos de currícula, aquel con subrayados, negritas, letras vistosas o con cualquier cosa que les facilite la tarea, será mejor recibido. La ortografía tiene que ser perfecta. Hablamos de un documento que no admite faltas ortográficas, una sola puede arruinar toda nuestra imagen. Siempre se entrega un original, no una fotocopia, impreso en papel blanco de calidad y sin grapar. También puede enviarse por correo electrónico, aunque el correo tradicional es más formal. El Currículum no se firma, pero sí debe incluir todos nuestros datos personales además de una foto. Es conveniente poner siempre la fecha del día en el que se envía para que el receptor vea que está al día y plenamente actualizado. Si bien es cierto que los procesadores de texto incluyen plantillas para elaborar curricula, aquí adjunto unas declaraciones de Joaquín Aguilera, Director General de Comunicación Integral de McCann WorldGroup, la mayor agencia de publicidad del mundo:
“ Cada año, cuando se acerca junio, nos llegan cientos de curricula de jóvenes que van a licenciarse. Llega un momento en el que sólo te fijas en los originales, ver tantas plantillas exactas a veces marea un poco, solemos prestar más atención a los valientes que se salen del camino”
Sacad vuestras propias conclusiones. Desde aquí os animo a todos a ser valientes y originales cuando elaboréis vuestro currículum, el que no arriesga no gana.
Por Cristina Hernández.-

Rugby y Protocolo. El buen hacer de los más rudos.

El rugby, como en todos los deportes se rige por unas normas, unas normas que cobran mayor relevancia por el propio espíritu de juego. Es un deporte en el que tradicionalmente se ha dado gran importancia a los valores morales. Desde temprana edad a los jugadores de rugby se les enseña una serie de cualidades positivas, como son el compañerismo, el respeto, la disciplina, el sacrificio y el altruismo.

“Dentro de una cancha de Rugby no existen los amigos. Enfrente contrincantes, a tu lado HERMANOS”

Historia

Se cuenta que el Rugby fue inventado en 1823 por un estudiante de Inglaterra, William Webb Ellis, de la Rugby School. El juego surgió cuando William Ellis hizo trampas en el fútbol rudimentario que estaban jugando, y tomó la pelota con las manos.

En 1871 se fundó la Rugby Football Union y en este mismo año se realizó un primer reglamento, pues ya se había difundido la práctica de este deporte, especialmente en las universidades y escuelas, y a partir de 1872 se comenzaron a realizar eventos anuales, entre Cambridge y Oxford, salvo durante la Primera Guerra Mundial.

Árbitros

A diferencia de otros deportes de equipo, en el rugby los jugadores no discuten a los árbitros sus decisiones, ni tratan de engañarlos para sacar partido de ellas y solo en el caso de que pudiera existir algún error el capitán es el encargado de dirigirse al árbitro con la mayor educación posible.
Juego en equipo

Como otros deportes el rugby necesita de compañeros para ser jugado pero especialmente para marcar algún tanto es indispensable la cooperación integra del equipo a si que los tantos son necesaria consecuencia del esfuerzo de todos, por lo que no se producen las celebraciones individuales tras la consecución de un ensayo o una transformación como se produce en otros deportes.

"Hay jugadores que ensayan una vez y son buenos, hay jugadores que ensayan y además placan, esos son mejores, pero hay jugadores que luchan los 90 minutos, ESOS SON LOS IMPRESCINDIBLES”

Tercer tiempo

Al final del partido los jugadores de ambos equipos confraternizan juntos en el llamado «tercer tiempo», en el que beben y comen juntos por invitación del equipo local.
El tercer tiempo es parte del espíritu de juego limpio (fair play) que constituye un componente esencial del
rugby.
La denominación misma de "tercer tiempo" busca transmitir que el juego no acaba con la eventual victoria o derrota de algunos de los contendientes, sino con la camaradería y la diversión en un grupo indiferenciado de quienes en los dos tiempos anteriores habían sido contrincantes. En el rugby el fin no es la victoria, sino la unión y la amistad.
“Cómo vas a saber lo que es la amistad si nunca viviste un tercer tiempo”

Conclusión

El Rugby es valorado como un deporte para hombres y mujeres, niños y niñas.

Contribuye al trabajo en equipo, entendimiento, cooperación y respeto de los compañeros.


Las columnas sobre las que se fundamenta son, como siempre lo han sido, el placer de participar, el coraje y la habilidad que el juego demanda, el amor por un deporte de equipo que enriquece las vidas de todos los involucrados, y las amistades perdurables forjadas a través de un interés común por el juego.
Por Francisco Javier García-Soto.-

La mantilla española permanece a lo largo de los siglos

Las prendas de vestir de la mujer, han ido adaptándose a la sociedad en la cual, las mujeres que las usaban, se desenvolvían, y son pocas aquellas prendas que han persistido de la forma en la que lo ha hecho la mantilla española. De hecho, no hablamos de una prenda que sólo se ha mantenido a lo largo de los siglos tal y como nació, sino de una prenda que ha traspasado fronteras.
La mantilla es una variación del velo que antiguamente las mujeres usaban a modo de abrigo o de adorno. No era un elemento decorativo de la alta sociedad sino del pueblo llano.
Su evolución está condicionada por factores de tipo social, religioso e incluso climático; de echo éste último condicionaba el tipo de material que se usaba para su confección. En las zonas del norte se usaban tejidos tupidos con el fin de servir de abrigo y en las zonas del sur tejidos más ligeros puesto que en este caso su finalidad, entre otras, era la protección del sol.
Las mantillas varían según el tipo de tejido que se utiliza en su elaboración, los más utilizados son la blonda, el chantilly y el tul.
La blonda es un encaje que se caracteriza por ser mate con grandes motivos florales hechos de una seda más brillante. Tiene un tipo de ondulaciones en sus bordes llamadas “puntas de castañuelas”.
El chantilly es un tejido de origen francés en el que también se plasman grandes motivos, pero no son especialmente florales. Es ligero y se considera uno de los tejidos más elegantes.
El tul, es el tejido más habitual, es delgado, transparente, de seda, hilo o algodón. Se considera un tejido de imitación al chantilly y la blonda.
Las mantillas de color se emplean en celebraciones y ceremonias no luctuosas para las cuales se reserva el color negro. Antiguamente las mantillas eran únicamente de color blanco o de color negro. El blanco lo utilizaban las mujeres solteras y el negro las casadas, a excepción de actos como la Semana Santa o ceremonias con carácter funerario donde todas debían llevar el color negro.
El largo debe ir adecuado a la persona que la viste. Por la parte delantera tiene que llegar a la altura de las manos y por la trasera debe sobrepasar escasamente la cadera. Nunca podrá ser más larga que la falda.
En la actualidad su uso más extendido es en las bodas, y debemos saber que si la boda se celebra de día, la mantilla se debe combinar con traje corto y si es de noche o por la tarde con traje largo.
Se debe tener en cuenta que se usa en ceremonias de cierta etiqueta, cuando el acompañante viste de gala o chaqué.
Por Margaux Ventura .-

miércoles, 4 de marzo de 2009

La Bandera Nacional

“La Bandera de España simboliza la nación, es signo de soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución”. Así comienza la Ley 39/1981 de 28 de octubre, que regula el uso de la Bandera Nacional.
En estos tiempos en los que se critica tanto la veneración a nuestra Bandera, pienso que no está mal recordar que es un símbolo que representa a España y, por ende, al conjunto de los españoles.
La combinación rojo-gualda fue seleccionada por Carlos III, en 1785, como nueva insignia de los buques de la Real Armada. En 1843, y mediante el Real Decreto de 13 de octubre, la Reina Isabel II ordenó que todas las unidades militares españolas utilizaran la misma bandera, fue a partir de entonces cuando se la consideró como bandera nacional.
La actual Bandera de España fue adoptada el 5 de octubre de 1981, al establecerse la última versión del Escudo Nacional, tras experimentar diversas modificaciones, fruto de los cambios de gobierno.
La Bandera merece el máximo respeto como símbolo de la Patria y documento histórico que es. El juramento ante la Enseña Nacional, obligatorio hasta 2001 para los hombres que cumplían con el servicio militar, recordaba esto. Pasados seis años desde la suspensión de la “mili” hay quien nos quiere hacer creer que la admiración de la Bandera tiene detrás un símbolo político. Los norteamericanos no son nada envidiables en muchos aspectos, pero en este punto concreto creo que deberíamos aprender de ellos.

CRITERIOS DE ORDENACIÓN DE LA BANDERA DE ESPAÑA:
USO NACIONAL
La Bandera de España siempre debe ocupar el lugar de mayor honor. En los actos en los que el número de banderas es impar, la Nacional se sitúa en el centro y el resto alternan sus posiciones de derecha a izquierda. Sin embargo, en los casos en los que el número de banderas es par, la Bandera de España se coloca en el centro y las demás se suceden en orden de importancia de izquierda a derecha.
País invitado:
En los actos en los que haya un país invitado, la Bandera de España cede su lugar preferente, por cortesía, a la bandera de dicho país. Y se colocan dos banderas españolas a ambos lados de ésta.
Ordenación en diagonal:
Se trata de una nueva técnica, que consiste en ordenar las banderas de forma oblicua con respecto a la presidencia. Responde a una estrategia comunicativa, pues se da prioridad a la primera bandera. Se suele recurrir a esta solución en las presidencias con atril en las que concurre una sola persona o varias de forma sucesiva.
USO INTERNACIONAL
La Unión Europea:
Las banderas de los Estados miembros de la Unión, encabezadas por la del país que presida en el momento la Unión Europea, se colocan por orden alfabético de los nombres de los países en su propio idioma. La línea de banderas de los países miembros está flanqueada, a ambos lados, por la de la Unión Europea.
La ONU y la OTAN:
En este caso, las banderas se colocan según el orden alfabético de los nombres de los países en inglés.
Por Marina Rodríguez.-

La Guardia Suiza

Todo el que haya visitado el Vaticano ha podido fascinarse con la plaza de San Pedro, su Basílica, los frescos de la Capilla Sixtina o la Pietá de Miguel Ángel. Todo allí es especial. ¿Quién no se ha sorprendido al ver los uniformes de la Guardia Suiza o sus armas medievales?

En 1505, el Papa Julio II fundó el Ejército Soberano del Estado Vaticano, compuesto por cien soldados: cuatro oficiales, 23 mandos intermedios, 70 alabarderos, dos tamborileros y un capellán.

Para poder pertenecer a esta guardia tan peculiar hay que ser un varón suizo de entre 19 y 30 años, soltero, haber cumplido una instrucción básica con el ejército, medir más de 1.74 metros de altura y profesar la fe católica.

La Guardia Suiza se encarga de vigilar y proteger el Palacio Apostólico, velando por el orden y la seguridad del Pontífice. Además realiza una importante misión protocolar al oficiar paradas de honor cuando soberanos y embajadores visitan oficialmente a Su Santidad.

El actual uniforme fue diseñado por el comandante de la guardia Jules Répond, modelo que sustituyó al original de Miguel Ángel. El yelmo está ornado con una pluma roja, los guantes han de ser blancos y todos los guardias visten una coraza medieval. El color rojo fue introducido por León X en referencia al escudo de los Medicci, y en honor a la sangre derramada en defensa del papado. Se ha perdido el uso de las botas, que han sido sustituidas por unas medias adherentes a las piernas, sujetas a la altura de la rodilla por una liga dorada. El traje en su conjunto recuerda al esplendor de las cortes del Antiguo Régimen.

La bandera que identifica a la Guardia Suiza consta de cuatro campos, divididos por una cruz latina blanca. En el centro se estampa el escudo de armas del capitán de la Guardia. El cuadrante superior izquierdo es rojo, y tiene las armas del Pontífice reinante. El cuadrado superior derecho y el inferior izquierdo están compuestos por cinco bandas de diferentes colores: rojo, amarillo y azul. Y en el cuadrante inferior derecho, también sobre fondo rojo, las armas del Papa Julio II. La bandera tiene una dimensión de 2,2 x 2,2 metros.

Actualmente el capitán de la guardia del Vaticano, que sirve a Benedicto XVI, es Elmar Theodor Mäder, el mismo que protegió a Juan Pablo II durante los últimos años de su reinado.

La Guardia Suiza, con sus deberes y obligaciones, con sus uniformes, con su protocolo, nos demuestran que aún quedan en el mundo algunos rincones donde disfrutar en el siglo XXI con maravillas del pasado.
Por Esperanza de Toro.-

La Historia del guante

Cuando pensamos en el guante, sólo se nos ocurren usos prácticos, como el de calentar las manos, protegerlas en algunos deportes (como el hockey, el tiro con arco o el boxeo), en algunas profesiones como en el caso de los bomberos, o evitar contagios durante las operaciones quirúrgicas. Actualmente este es su principal uso, pero no siempre ha sido así. Durante muchos siglos, el guante ha sido una prenda de vestir imprescindible.

Durante los primeros años de la Edad Media, los caballeros solían usarlo cómo símbolo de riqueza o de valentía. El señor feudal o el soberano entregaba un guante al individuo en cuestión para demostrarle su favor ante un determinado acto. Poco después, esta costumbre se adaptó a la moda femenina, y era costumbre retratar a las jóvenes damas casaderas con los guantes en la mano para mostrar lujo.

Los materiales empleados para la fabricación de la prenda eran de lo más variados: marta, nutria, cuero, terciopelo, zorro, liebre, perro y gato. También se engalanaban con todo tipo de sedas, encajes, perlas, gemas y piedras preciosas. Durante el siglo XI, España, Francia e Italia compitieron por ser el primer país fabricante de esta delicada prenda, y para ello trataron de crear el mejor producto. Incluso llegaron a perfumar los guantes con variedad de fragancias y aromas, tales como azahar, rosas o aceite de jazmín, ámbar y cedro.

Durante los últimos años del siglo XIX, la actriz francesa Sarah Bernhardt popularizó el uso del guante al intentar disimular la poco estética delgadez de sus brazos. A partir de este momento, empezó a ser una prenda de vestir imprescindible en todo vestuario de la clase alta europea, como dictaba la etiqueta. El color empleado era siempre el blanco, aunque el modelo podía variar.

Esta costumbre duró hasta la Primera Guerra Mundial, época en la que la moda cambió radicalmente. Fue unos años más tarde, cuando figuras como Grace Kelly, Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Ava Gardner o Rita Hayworth, de la mano de Christian Dior, recuperaron esta prenda, pero dándole una connotación de glamour, elegancia y sofisticación.

Actualmente su uso se ha reducido a la presentación en sociedad de las jóvenes norteamericanas, y a determinados actos sociales, como la asistencia a la Ópera Ball de Viena.

Con el paso del tiempo, el uso de esta maravillosa prenda - que ha pasado a la historia con el nombre de guante de ópera o mitón - , se ha perdido por completo. Aunque algunos diseñadores lo están volviendo a incluir en sus colecciones desde la pasada temporada otoño-invierno 2007/2008.

El guante también ha sido empleado en el protocolo eclesiástico. Se trataba de una prenda preciosa que los obispos usaban en las liturgias solemnes o en el ofertorio durante la misa. Recibían el nombre de tecas.
Por Esperanza de Toro.-

El Papiro de Prisses

La civilización del antiguo Egipto fue una de las más avanzadas para su tiempo. A orillas del río Nilo las tierras eran muy fértiles y la agricultura, por lo tanto, se convertía en una tarea menos laboriosa que dejaba tiempo a otros menesteres como la cultura, la tecnología o el arte. Aún no dejamos de sorprendernos con las magnificas pirámides y sus proporciones, el sistema de escritura o sus conocimientos sobre medicina y matemáticas. Todas estas actividades estaban dirigidas por el faraón, un personaje semi-divino perteneciente a una sucesión de dinastías.

En el Imperio Antiguo, durante la V dinastía, el alto clero y los gobernadores locales aumentaron sus poderes. Por ello el faraón Isesi mandó escribir a un dignatario de su corte una serie de prescripciones para los jóvenes egipcios destinados a ascender en la escala social de la época. El documento se conoce como “Papiro de Prisses” y está contenido en “Las enseñanzas de Ptahhotep”. Datan del año 2500 a. C.

El manuscrito dice así: "El comienzo de los preceptos de las hermosas palabras que el visir Ptahhotep ha escrito para instruir a los ignorantes en el conocimiento y en el método correcto de las hermosas palabras como algo beneficioso para quien escuche y perjudicial para quien lo desobedezca".

A lo largo del papiro se utiliza innumerables veces la expresión de las hermosas palabras, que no es más que un sinónimo de la buena educación.

Estas son algunas de las indicaciones de Ptahhotep: "No te vanaglories de tu conocimiento, ni te enorgullezcas porque eres sabio. Toma consejo del ignorante de la misma forma que del sabio, pues no se ha alcanzado el límite del arte, ni hay artesano que haya adquirido su perfección".

"Si encuentras un camorrista en su momento de acción, alguien igual a ti, que está a tu nivel, harás que se manifieste tu virtud contra él mediante el silencio cuando hable mal."

En el documento también se pueden encontrar máximas para comportarse en la mesa si se ha sido invitado por un alto dignatario:

"Olvidar la gula y atenerse a lo que ordene el espíritu del noble que te ha invitado".

"Si eres un huésped sentado a la mesa de alguien más importante que tú, acepta aquello que él ha hecho que sea colocado ante tus narices. No mires lo que está delante de él. Debes contemplar lo que está ante ti, pero no claves la vista en ello con repetidas ojeadas, pues arrojarse en ello es lo que aborrece el ka. No le hables hasta que te llame, pues uno no conoce lo que le desagrada. Deberás hablar cuando se dirija a ti y lo que digas debe resultarle agradable. Reirás después que él ría y le será muy complaciente".

El Papiro de Prisses fue adquirido por E. Prisse d´Avennes en Drac Abou´l Negga y actualmente está custodiado en la Biblioteca Nacional de París.
Por Ana Jiménez y Esperanza de Toro.-

Con la corbata al cuello

La corbata es, sin duda alguna, el signo de elegancia por excelencia. A pesar de que ciertas corrientes de moda, e incluso algunos diseñadores han intentado restarle protagonismo un traje sin corbata sigue viéndose incompleto y todo ropero de caballero que se precie, cuenta con un amplio surtido de este complemento.

Fue en el seno del ejército croata, donde surgió este elemento. En pleno s.XVII, los soldados se protegían la garganta con pañuelos de colores atados al cuello que además cumplían una curiosa superstición: protegían de la palabra de los grandes oradores romanos. Durante una visita al rey Luis XIV de Francia, el monarca, muy aficionado al buen vestir, copió dichos pañuelos para el uniforme de su regimiento y les denominó cravattes, que proviene del término francés para denominar croatas. Pronto el uso de la corbata se extendió por el resto de Europa y se fue convirtiendo en un signo de las clases sociales más acomodadas.

Corbata, traje y camisa, fueron evolucionando paralelamente, logrando poco a poco el equilibrio que ahora, sólo en conjunto pueden conseguir. Gracias a la corbata se destaca la verticalidad del cuerpo otorgando elegancia, estilo y un toque de color a la austera camisa, cuyo uso, de esta manera, se realza. Además al igual que muchas otras prendas de vestir, la corbata es parte de nuestra carta de presentación. Algunos sociólogos, como Alan Flusser, incluso hablan de que el color, el estampado, el tejido y el nudo, dicen mucho de la personalidad de aquel que la lleva.

Cada ocasión merece una corbata concreta. Aunque la reina indudablemente es la de seda, existen de todo tipo de tejidos y estampados, por lo que hay que tener especial cuidado a la hora de conjuntarla con la camisa. Cuando ésta es estampada, la corbata debe ser lisa y viceversa. A la hora de elegir la camisa, sobre todo en actos especialmente importantes, es conveniente intentar que no tenga botones al cuello ya que es mucho más elegante y correcto. Evidentemente los nudos de la corbata deben estar apretados y sujetos al cuello, procurando siempre que quede a la vista el botón superior, que por supuesto, también irá abrochado. También merece de atención realizar el nudo correcto que será directamente proporcional al tamaño del cuello de la camisa. Por supuesto, es necesario especial cuidado para que la corbata no sobrepase la cintura del pantalón, y para que la parte más estrecha de la misma, no se vea en ningún momento.

Son pequeños toques de elegancia, que sin costar ningún esfuerzo otorgan estilo a la prenda, cumpliendo así con su función originaria.
Por María Reyes.-

martes, 3 de marzo de 2009

El protocolo: fiel compañero del ser humano.

Desde el nacimiento del hombre, cuando éste habitaba las cuevas, ya existía todo un ceremonial en ellas. Las distintas familias se agrupaban en torno a su hoguera, y en señal de respeto, cuando otros llegaban, procuraban no mirarles a los ojos con el fin de preservar su privacidad. El protocolo, al igual que las civilizaciones humanas ha ido haciéndose más complejo con el paso de los siglos, pero siempre de la mano del hombre, creciendo y desarrollándose con él para suplir todas sus necesidades sociales.

Podemos fechar el nacimiento de un protocolo documentado con la aparición de las primeras ciudades en el 3000 a.C., gracias a las Civilizaciones del Tigris y el Éufrates. Un vaso de cerámica localizado en Uruk, datado en esta época, muestra en sus relieves una procesión religiosa distinguiendo un perfecto orden de jerarquías. El famoso Código de Hammurabi no es más que la plasmación de las distintas formas de comportamiento ante el soberano, con otros reinos (incipiente diplomacia), ante los funcionarios y entre el pueblo llano. Podemos incluso decir que contiene nociones propiamente protocolarias como el ceremonial de coronación o el orden de precedencias.

Egipto, por su parte no se quedó atrás y elaboró todo un compendio de normas de comportamiento. El faraón era un Dios, por lo que parece indispensable informar sobre cómo tratarle y venerarle. Las castas sacerdotales siguieron, durante siglos, complejos rituales basados en normas muy estrictas e inviolables. La cosmovisión egipcia otorga un papel esencial a la muerte que se plasma en la vida terrena con toda una serie de ritos funerarios perfectamente organizados.
Otra de las culturas milenarias que podemos destacar es la china. Con un orden social inamovible, el emperador adquiere un papel similar al del faraón egipcio. La sociedad otorgaba gran importancia a los ritos. Contaban con un “Ministerio”, denominado el “Tribunal de los Ritos” que era el encargado de organizar todas las ceremonias públicas, cortesanas y religiosas con el fin de salvaguardar las tradiciones. Para ellos, aquel que respeta las tradiciones y por tanto su protocolo se ennoblece y demuestra su capacidad de vivir en sociedad.
Más cercanos a nosotros en el tiempo y en la cultura resaltaremos a Grecia y Roma ( y por ende el Imperio Bizantino). Grecia, jamás fue un estado como tal, sino una confederación de polis o ciudades-estado. Ello supuso la creación de toda una serie de normas de convivencia para su supervivencia. Podemos decir que fueron, si no los padres, los tutores de la diplomacia actual. Su rica mitología dio lugar a verdaderos ritos esotéricos perfectamente controlados por las sacerdotisas o sacerdotes de cada templo. Roma por su parte, aunque heredera de Grecia, cuenta con una organización política diferente. Su gran extensión precisa de numerosas normas protocolarias que aparecen con el fin de dejar claro el poderío romano y evitar revueltas. Padres del Derecho Romano, fueron grandes defensores de los augures o adivinos y su ceremonial, unas entrañas leídas sin rito no valían nada. En la época del Imperio se enfatizó la figura del Emperador y fueron los primeros en llevar a cabo una labor de Relaciones Públicas para potenciar su imagen.

La Edad Media es un momento caracterizado por un fuerte teocentrismo y monarquías absolutistas. La jerarquía eclesiástica se centra en un orden de precedencias que se mantiene hoy en día. La elección de un nuevo Papa sigue un estricto protocolo que los siglos nos han conseguido cambiar. Por otro lado, los monarcas necesitaban afianzar su poder y dominio. La mejor manera de hacerlo era establecer rígidas formas de comportamiento que se aplicaban en la corte , así dejaban claro que ellos no eran el pueblo llano. El protocolo real más internacional es el Protocolo Borgoñón, importado a España por Felipe El hermoso en el s.XV, de ahí que se le denomine protocolo español. Por aquel entonces, nuestro protocolo era excesivamente austero e impositivo. Borgoña trajo la fastuosidad. Con los años, las monarquías absolutas van haciendo de las normas de la corte todo un complejo entramado casi imposible de cumplir en su totalidad, véase el ejemplo Francés y la incapacidad de Maria Antonieta de hacer nada sin su asesora, apodada Mme Etiquette.

El nacimiento de las democracias trajo la igualdad de clases y con ello toda una reforma del protocolo, adaptándose a los nuevos tiempos. La historia del protocolo es tan extensa como la del ser humano, imposible de narrar si quiera en todos los libros del mundo. Cada país, cada sociedad, cada cultura, elabora unas normas de protocolo acorde a sus necesidades de organización social. Podemos decir entonces, que el protocolo siempre ha ido de la mano del hombre reinventándose y renaciendo para serle útil.
Por Cristina Hernández.-

El qué, cómo, cuando y dónde de las joyas.

La historia de la joyería es tan antigua como el ser humano. Se han encontrado collares de más de treinta mil años que demuestran como el acto de adornarnos con abalorios ha jugado un papel crucial a nivel social y político. Las joyas comunican por sí mismas. Pueden emplearse para dejar claro quién es quién, como es el caso de la corona imperial que porta la Reina de Inglaterra cada año en la apertura del Parlamento, o bien, a niveles más accesibles, ofrecer una ingente cantidad de información acerca de la personalidad de aquel que las luce. Según qué piedras o diseños deduciremos si alguien es tímido, divertido, valiente….
El mero hecho de que las piedras preciosas, el oro y el platino sean elementos escasos y de difícil extracción en nuestro planeta concede un valor añadido a estas creaciones. El gusto por las joyas, a su vez, no reside exclusivamente en los materiales, sino también en el diseño y confección de las mismas. La laboriosidad con la que los judíos en plena Edad Media tallaban las piedras preciosas les convirtió en una de las razas más envidiadas del planeta. Mitos como el del Rey Midas reflejan la obsesión que puede alcanzar el hombre por el oro. Sin llegar a esos extremos, en este artículo vamos a ver cómo se deben lucir las joyas y qué significado tiene cada piedra.
Sólo se consideran piedras preciosas los diamantes, los rubíes, las esmeraldas y los zafiros. Mientras que amatistas, turquesas, ónice o malaquita se ubican en el grupo de semi-preciosas. Valorar objetivamente una piedra preciosa en su conjunto precisa de un gran conocimiento y capacidad de observación. Sin embargo, a grandes rasgos, podemos decir que se ponderan cuatro variables: pureza, color, tipo y calidad de la talla. La pureza hace referencia a la no existencia de inclusiones o manchas, a menos manchas mayor pureza. El color se refiere a la intensidad del mismo en cada piedra, en el caso de los rubíes por ejemplo, se valora mucho más un rubí rojo intenso (denominado sangre de paloma) que un rubí rosa. La talla de dicha piedra se refiere a cómo ha sido tallada puesto que dependiendo del número de “cortes” o incursiones en la piedra, ésta reflejará la luz de una manera u otra. Debo añadir, desde el punto de vista de la imagen que “lo bueno viene en frasco pequeño”, es decir, no es cuestión de llevar la piedra más grande sino la más fina y mejor tallada.
El ser humano, dada su necesidad de comunicar, ha otorgado a lo largo de los siglos distintos significados a las piedras con el fin de transmitir un mensaje a través de éstas. Así pues, el diamante representa el amor eterno y por ello se debe regalar entre parejas que se aman, en momentos de compromiso, pedidas y aniversarios. El rubí se asocia a la pasión, de ahí que sean muchos los amantes que hacen este tipo de regalo, tal y como hizo Nicolás Sarkozy con Carla Bruni a través del anillo Dior Coeur Romantique. El zafiro, en cambio, siempre ha ido de la mano de la amistad fiel y duradera, lo cual amplía el abanico de posibilidades a la hora de regalarlo sin caer en errores de interpretación. La esmeralda por su parte, representa la felicidad. En resumidas cuentas, si queremos regalar una joya, y el receptor de tal no es nuestra pareja, optaremos por zafiros y esmeraldas, mientras que si sí lo es nos decidiremos por brillantes o rubíes.
Imagino que os habréis dado cuenta de que conocer el significado y valor de las piedras no es suficiente para portarlas con elegancia, efectivamente, así es. Por ello ahora vamos a ver una serie de normas para saber combinarlas con nuestras prendas de ropa y según la ocasión. Existen diversas asociaciones a evitar como son la lana y las joyas excesivamente planas, es evidente que no resaltarán y quedarán ocultas entre la voluptuosidad del tejido. Por otro lado, los tejidos estampados no combinan con las piedras grandes ni con el terciopelo, al hacernos parecer un joyero. Las joyas, dado su valor, deben lucirse. Por tanto, cuellos o mangas de vestidos y camisas que impidan su visión no son recomendables. No sólo las prendas determinan nuestras joyas (o viceversa) sino también el color de nuestra tez y cabello. La mujer castaña de ojos claros luce con especial realce la turquesa, el zafiro y la amatista, mientras que las mujeres de tipo nórdico aportan esplendor a los diamantes y rubíes combinados con oro blanco. La mujer de raza fuerte, latina, debe lucir joyas de oro blanco, o plata con diamantes y rubíes.
Visto cómo combinarlas, no podemos obviar el cómo llevarlas, que también constituye todo un arte. Los collares por ejemplo no deben llevarse muy apretados, sino cerca del cuello, combinados con un escote redondo o un corpiño y pendientes pequeños que no resten importancia a éste. En el caso de los collares largos, se deben combinar con ropa sobria que les haga resaltar en todo su conjunto. Dado que un collar grande exige pendientes pequeños, unos pendientes vistosos a su vez exigen un collar sutil o incluso inexistente. Los broches se llevarán con tejidos gruesos, y no con otros como la seda o el tul. En cuanto a manos y muñecas hay que alejarse del efecto escaparate, a no ser que sean joyas étnicas o de bisutería y la ocasión o la moda, así lo determinen.
Ahora que sabemos qué significa cada piedra, quién debe lucirla, en qué ocasión y de qué manera es el momento de ponerlo en práctica. Dicen que soñar, a pesar de la crisis, sigue siendo gratis.
Por Cristina Hernández.-

¡Si las manos hablaran!: Guía para conocer nuestro lenguaje no verbal.

Una pareja abrazándose en un parque, una madre meciendo a su hijo recién nacido, la chica de la barra frunciendo los labios, un hombre mordiéndose las uñas, el gesto de una mujer mirándose en el espejo…
Se sabe que el 90% de lo que expresamos los seres humanos no lo hacemos con palabras, sino con posturas, miradas, gestos o muecas. El lenguaje corporal dice más de nosotros que nosotros mismos.

Postura

La postura que pone una persona es lo primero que percibimos de ella, por lo que debemos adecuarnos a la situación. En primer lugar, hay que tener en cuenta que mantener el torso erguido evitará dar una sensación de abandono o aburrimiento. Además, los seres humanos pensamos inconscientemente que la estatura está directamente relacionada con la superioridad, por lo que permanecer recto nos comunicará armonía y elegancia.

A la hora de sentarse es muy importante tener en cuenta que hay que hacerlo lentamente y con cuidado (no desplomándonos) y mantener las piernas siempre juntas para evitar provocación – en el caso de las señoras- o en posición princesa.

Por otra parte, el movimiento de los brazos, manos y piernas nos delatan constantemente. Una persona que está serena transmite seguridad, mientras que aquélla que se mueve constantemente refleja nerviosismo, irascibilidad, inseguridad y falta de control. Mientras hablamos, debemos acompañar lo que decimos con gestos con las manos, es más, son muchas las personas que mueven las manos de una forma u otra para distraer al interlocutor de lo que se está diciendo. Como ejemplo podemos mencionar a Jose María Aznar con las gafas o a Jose Luís Rodríguez Zapatero uniendo y desuniendo las puntas de los dedos.

Cruzarse de brazos puede tener dos significados, bien que estamos enfadados o bien que estamos protegiéndonos de nuestro interlocutor. Al proteger la zona del corazón damos a entender una falta de confianza con respecto a quien nos dirigimos. Teniendo esto presente, podremos emplear dicho gesto según la situación o conveniencia.

Mirada

Como bien dice el refrán, la mirada es el reflejo del alma, por lo que debe ser directa, atenta, y centrarse en los ojos del interlocutor. Muchas veces la desviamos hacia la boca u otras partes del cuerpo, o puede que incluso hacia algún pequeño defecto en el atuendo del receptor. Esto demuestra una falta absoluta de educación, además de ser una grosería.

Mientras hablamos, es importante no mantener la mirada fija en los ojos de la persona con la que conversamos, le estaremos apabullando. Lo ideal es mirarle en un porcentaje del 80% y dejar un 20% para desviar la mirada y dejarle “descansar”. Por otro lado, mirar fijamente, acaba dando la impresión de que ni siquiera estamos enfocando y generamos un sentimiento de desatención hacia quién nos dirigimos.
La voz

El tono de voz refleja nuestra personalidad. Si ponemos un tono demasiado bajo, daremos a entender que somos tímidos, inseguros o indecisos. Además, obligamos a nuestro interlocutor a forzarse a oír lo que decimos. Por el contrario, un tono más alto sugiere dominio del tema, seguridad y mucho autocontrol, facilitando asimismo la tarea de seguir la conversación sin problemas. No podemos caer en el error de pensar que por hablar más alto tendremos más razón. No es una cuestión de volumen de voz sino de tono. Emplear un tono claro, preciso, no titubear de muestra que dominamos el tema y la situación. El grito, aunque pensemos que expresa autoridad, dice todo lo contrario, inseguridad, digamos que equivaldría al razonamiento siguiente:
“ como no estoy seguro de mis argumentos les doy el vigor y raciocinio que les falta a través del volumen.”

La sonrisa

Cuando tenemos que comunicarnos con alguien, la mejor presentación es una sonrisa. Puede que haya que dar alguna noticia incómoda o desagradable, y con una sonrisa siempre es mejor acogida. Además, reflejamos más estabilidad, felicidad y sensibilidad, rasgos muy bien valorados entre los seres humanos.

Una de las características innatas al ser humano es la empatía. No hay nada más contagioso que el estado de ánimo. Tener delante a una persona que sonríe, hace que nosotros de manera inconsciente sonriamos también, al activar dichos músculos, nuestro cerebro es más proclive a producir las sustancias responsables del bienestar. Por así decirlo , al estar felices, ayudamos a ser felices alos demás. LA sonrisa debe ser verdadera y oportuna. En ocasiones, la información transmitida no admite sonrisas. Una sonrisa forzada, es captada al instante por parte de nuestro interlocutor y se genera un sentimiento de desconfianza que puede dar al traste con nuestra negociación.

Estos son los puntos más representativos del lenguaje no verbal, lo que comunicamos sin necesidad de hablar. Si conseguimos solventar las pequeñas incorrecciones que podamos mostrar en este aspecto, el éxito estará garantizado. Y la próxima vez recuerde: una imagen vale más que mil palabras.
Por Ana Jiménez.-

lunes, 2 de marzo de 2009

Malos humos.

El 1 de enero de 2006 entró en vigor la Ley de Hostelería y Tabaco. Dicha Ley determina a grandes rasgos, lo siguiente:
-Los locales de menos de 100 m2 deberán decidir si se fuma o no en el 100% de su local.
-Los locales de más de 100 m2 podrán instalar una zona de fumadores que no podrá superar el 30% de la superficie total, debidamente aislada y con la terminante prohibición de entrada a menores de 16 años.
Todos, para bien o para mal nos hemos visto afectados por dicha ley. Se han dado casos tan curiosos como una chica de la limpieza que denunció a su señora por fumar en su lugar de trabajo, el cual evidentemente era la propia casa de la señora en cuestión. Parece que en restaurantes y sitios públicos no tenemos que preocuparnos por el tabaco. Son los organismos los que regulan su consumo pero...¿ qué ocurre cuando nos trasladamos en el ámbito privado?. Por el momento el Gobierno no ha especificado, si se podrá fumar en los pisos de más de 100 m2 o no. Hasta que nuestros dirigentes decidan dar una respuesta, no nos queda más remedio que recurrir al protocolo y eso es precisamente lo que vamos a hacer en este artículo. En la sociedad española existen 4 grupos esenciales, cada uno de ellos deberá tener un comportamiento distinto, veamos uno a uno:
- La Chimenea empedernida : Este tipo de persona es aquella que se pone de mal humor si el restaurante elegido es un espacio libre de humos, que no puede terminar la cena y/o sobremesa sin salir a la calle a fumar y que no duda en encenderse un cigarrillo en casa ajena ni propia. A este grupo de la población, debemos decirle varias cosas. En primer lugar que a la hora de elegir restaurante siempre tendrá más peso la decisión de los no fumadores, aún habiendo sólo uno en el grupo se debe dejar que ejerza su derecho a no inhalar humo pasivamente. Por otro lado si somos anfitriones, a pesar de estar en nuestra propia casa siempre primará sobre el interés de uno mismo el de nuestros invitados. Caso distinto evidentemente, será si nuestros invitados son fumadores, en este caso Dios nos cría , nosotros nos juntamos y nosotros solitos nos apañamos.
- El Macrobiótico radical: En este caso hablamos de el prototipo de persona sana, ( podréis identificarlo por su férrea defensa de la soja), totalmente contraria al humo, crítica con los fumadores. Opta siempre por asistir a locales libres de humos y si no fuera así, cambia de local. Si bien es cierto, que cuentan con la ventaja de ser no fumadores en cuanto a decisiones se refiere, en el caso de ser anfitriones deben tener cintura y ser capaces de hacer una excepción y poner ceniceros al alcance de los invitados en el caso de que vengan fumadores. Si son invitados no protestarán cuando nuestro anfitrión en caso de fumar lo haga, no olvidemos que es su casa.
- Los liberales: Personas, fumadoras o no, que consienten, admiten y permiten que tanto fumadores activos como fumadores sociales consuman tabaco con total libertad. Este tipo de persona, suele actuar como intermediario entre macrobióticos y chimeneas, tienen pues, un papel fundamental. En su caso recomiendo que defiendan siempre los intereses y derechos de los no fumadores, aunque no está mal ser la persona que acompaña al fumador al exterior.
Seamos el tipo de persona que seamos debemos potenciar siempre, el respeto y la comprensión. Este es el único modo de evitar conflictos entre fumadores o no. No olvidemos nunca que sobre el tabaco hay algo que siempre estará por encima, las relaciones interpersonales. Lo importante es tomar un café con un amigo. ¿ Qué mas da si fumamos mientras tanto o no?.
A la hora de fumar no sólo es cuestión de respetar las normas, existe todo un savoir-faire en el acto de fumar. Fumar no es bueno, lo sabemos, pero si aún así decidimos hacerlo.¡Seamos elegantes!. Los puros se reservan para ocasiones importantes y son eminentemente masculinos. Nunca se fuma durante las comidas, siempre en la sobremesa y con consentimiento previo. Como anfitriones, los ceniceros deben vaciarse muy menudo. Se debe tener especial cuidado cuando fumemos con no echar le humo a nuestros interlocutores y pedir permiso sólo en el caso de que sepamos que la respuesta sea afirmativa. Si creemos que nos vana a decir que no, es de mayor decoro ni siquiera preguntar.
Como siempre me gusta resaltar al final del artículo, es de vital importancia ser conscientes de que el protocolo afecta a todas y cada una de nuestras acciones. El protocolo no sólo son Maria Antonieta o Isabel Preysler, el protocolo lo hacemos todos juntos y en todo momento.
Por Cristina Hernández.-

Movilízate

Todos hablamos por el móvil pero, ¿ alguien sabe realmente hacerlo bien? Con una penetración del 108%, en nuestro país todos tenemos móvil y algunos más de uno. El teléfono móvil se ha convertido en una herramienta de comunicación indispensable en el trabajo, con los amigos, con la familia... este polivalente aparato está más cerca de nosotros que cualquier otro.
La proliferación de la comunicación vía sms, ha hecho que paulatinamente las palabras se acorten y las frases dejen de tener corrección semántica alguna. Me atrevo a preguntar ¿ Cuántos de nosotros hemos tenido que releer varias veces un mensaje por no poder entender el contenido del mismo?. Si seguimos avanzando un poco más en nuevas tecnologías nos daremos cuenta de que el “lenguaje sms”, se ha trasladado incluso a los correos electrónicos. En ese aspecto y sin caer en dogmatismos, quiero romper una lanza por nuestro idioma y defender el español como lengua valiosa y rica que debemos proteger.
Así pues, ¿ cómo se escribe un sms ? Lo primero que debemos mencionar es que jamás se mandan mensajes a nuestros superiores o compañeros de trabajo, a ellos se les llama o se les envía un correo electrónico. En el caso de que sea un familiar o un amigo a quien nos dirigimos hay que tener muy presente la edad de nuestro interlocutor. Como consejo os diré que aquellos que superen la barrera de los 40 años no son muy dados a eliminar letras o utilizar otras menos comunes como la ka o la equis. Cuidado: es preferible pagar un poco más y enviar dos mensajes, que ahorrar 8 céntimos y no poder comunicar nada.
No sólo se debe cuidar el lenguaje escrito. ¿Cuántos de nosotros hemos tenido que sufrir las conversaciones en “dolby surround” de la persona sentada a nuestro lado? ¡ Cuidado con dónde y cómo usamos el móvil ! Si estamos realizando un viaje en tren o en autobús y no tenemos más remedio que usar el teléfono, debemos acortar la conversación lo máximo posible y procurar no alzar el tono de voz. Nuestro compañero de viaje no tiene interés alguno en saber a cuánto se venden las acciones de Endesa en la bolsa o si le hemos dejado al “niño” espinacas en la nevera. Evidentemente, hay ocasiones en las que no podemos evitar hablar durante un periodo más largo de tiempo, en cuyo caso se debe pedir permiso previo o bien unas disculpas al finalizar la conversación.
En el ámbito laboral, el móvil es una herramienta más de trabajo que otorga todo tipo de información en tiempo real sobre todo los de última generación, que permiten recibir correos electrónicos. No podemos confundir el poder estar constantemente comunicados con el estarlo de facto. Quiero decir con esto que en ocasiones, no nos queda más remedio que silenciar el teléfono e ignorarlo. Es una gran falta de respeto interrumpir a la persona/s con la que estamos y ponernos a hablar por el móvil. Como todo en el protocolo, nuestra arma más feroz es el sentido común. Habrá que ponderar muy acertadamente si la llamada tiene que ser atendida o puede esperar.
Siguiendo con la línea de las llamadas desatendidas, diremos que nuestra mejor herramienta será el contestador. Recomiendo activar este servicio para que la persona que nos llama pueda identificarse correctamente y dejar su mensaje. Todas las llamadas deberán ser respondidas en el mismo día. Una llamada sin contestar puede ser un cliente menos o una oportunidad de oro que se aleja sin remedio.
Como habréis podido constatar, incluso algo tan banal como hablar por el móvil precisa de un mínimo protocolo. ¿Quién dijo que modernidad y protocolo son incompatibles?
Por Cristina Hernández.-

Desde Rusia con Amor

La República Federal Rusa es el país más grande del mundo. Ocupa una sexta parte del planeta y alberga entre sus fronteras a más de 17 millones de habitantes. Ha sido morada de misteriosos personajes como Iván el Terrible, Rasputín o Dovstoieski. Sus territorios llegan desde los Urales en Europa hasta los límites más occidentales de China. Todo un gigante de pies de barro, que hasta 1991 fue defensor de un sistema político cuanto menos peculiar, el comunismo. De la mano de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, ha sabido jugar sus cartas los últimos años y competir en poder y grandeza con otras potencias como Japón o EE.UU.
Dada su extensión, Rusia es hoy en día un crisol de distintas culturas y nacionalidades amalgamadas bajo un mismo nombre. Sin embargo, existen elementos comunes a todos ellos. Los rusos, como buenos pobladores de zonas frías, son políticamente correctos Prefieren dar a cada uno el tratamiento que le corresponde y no son amigos del tuteo. En el momento en el que un ruso comience a tutearnos podemos considerarnos parte de su círculo íntimo. La forma de dirigirse entre ellos es el Don. seguido del apellido. El nombre de pila se reserva para ambientes mucho más familiares.
La gente rusa, no es muy dada a sonreír, de hecho lo hace solamente cuando saluda a una persona conocida, está coqueteando, o realmente le divierte algo. Los rusos no sonríen por cortesía o a gente desconocida, no hay que tomárselo mal, no significa que estén enfadados, es una mera costumbre social. Algunos rusos pueden resultar reservados, cautelosos o fríos con desconocidos. Cuando se conocen mejor, pueden ser extremadamente abiertos, amistosos y generosos con sus nuevos amigos.
Amantes de la vida familiar, consideran un honor que sus invitados conozcan a los suyos y sean afables con ellos. Por ello, es un buen detalle, si les hacemos una visita, hacer un regalo, más que para el anfitrión, para sus hijos. No lo abrirán hasta que nos hayamos ido, pues para ellos es un signo de mala educación; esto también hay que tenerlo en cuenta si nos hacen un regalo a nosotros. Aprecian especialmente licores (sobre todo el vodka), flores y bombones. El regalo más popular son las flores, hasta el punto de que si un hombre no regala flores a una mujer en la primera cita puede ser rechazado sin dilación. Si optamos por flores, debemos comprar un número impar de éstas, los pares se reservan para funerales. Reciben con agrado cumplidos acerca de su casa, pero procuremos no cumplimentar artículos concretos , pues no pararán hasta conseguir regalárnoslo. Una vez atravesamos el umbral, lo primero que debemos hacer es quitarnos los zapatos y ponernos unas pantuflas que nos prestarán nuestros anfitriones.
Asistir a una comida con habitantes de Rusia, implica acudir con el estómago vacío y estar acostumbrado a beber alcohol. Con respecto a la comida, suelen comer menús compuestos de tres platos, y en grandes cantidades. No está bien visto dar la negativa a un plato, pero si dejamos el plato limpio, entenderán que nos hemos quedado con hambre e insistirán para que repitamos. En cuanto a las bebidas alcohólicas, es obvio que lo más normal en Rusia es beber vodka, pero hay que tener cuidado, porque lo toman según un protocolo y cualquier cambio puede ser interpretado como una falta de respeto: siempre se toma en vaso pequeño, sin hielo (se enfría la botella entera), haciendo un “tost”, es decir, un brindis y bebiéndolo de un solo trago, bajo el grito "Na zdoróvie" (¡Salud!). A pesar de que no esté planeada una velada con comida, ellos sacarán té ( la bebida más popular de Rusia, superando incluso al vodka), acompañado de ingentes cantidades de pastas, bizcochos, tartas, etc.
Alrededor de la figura de los rusos se han generado una serie de mitos falsos, gracias especialmente a la labor diplomática de sus peculiares Presidentes como Boris Yeltsin o Vladimir Putin. No son una sociedad dada a los besos ni gestos afectuosos. Fue Leonid Brezhnev, en los años ochenta, el que lo puso de moda, resultando una diana de mofas y sátiras por parte de sus paisanos. No son grandes bebedores, de hecho, si consumen más vodka de lo habitual es para luchar contra las gélidas temperaturas del invierno. Las alegres comparecencias de Boris Yeltsin distan mucho de la actitud habitual de este pueblo. Durante esta época no patinan sobre los lagos y ríos , los cuales, si bien helados hasta la médula, carecen de una superficie lisa que facilite su utilización. En cuanto a gastronomía se refiere, la ensaladilla rusa, no es de origen ruso. Inventada por un cocinero francés, allí es un plato muy popular que recibe el nombre de “ Ensaladilla Olivié”
Los rusos son bastante supersticiosos y por eso existen multitud de tradiciones curiosas dignas de mención. Por ejemplo, si pisamos por error el pie de alguien, esta persona deberá pisarlo de vuelta. Con ello se pretende evitar una futura discusión entre ambas personas. Si salimos de casa y de camino recordamos algo olvidado, no podremos volver de nuevo a recogerlo puesto que trae mala suerte. Silbar dentro de la casa aleja el dinero de la misma, al igual que darlo directamente en mano. Habrá que depositarlo previamente una bandeja/cajita que hará las veces de elemento de intercambio.
En resumidas cuentas, el ruso es un pueblo orgulloso, frío en sus maneras, pero generoso y fiel. Si decidimos viajar por esos lares, además de un buen abrigo, siempre podremos llevarnos esta humilde guía que nos sacará de más de un aprieto.
Por Carmen Gutiérrez y Cristina Hernández.-

De Baco hasta nuestros días: Protocolo del vino

Para organizar una cena exitosa es necesario cuidar muchos detalles. Hay que prestar especial atención al menú, al servicio y, por supuesto, a nuestros invitados. Todo tiene que estar previsto para que la velada sea tranquila y satisfactoria.

El vino es uno esos detalles que es necesario cuidar; su elección es fundamental para definir el éxito o el fracaso de una cena. Asimismo conocer a qué temperatura debe servirse, en qué copa y con qué plato, ayudará al anfitrión a ofrecerlo en las mejores condiciones. No podemos descuidar aspectos tan importantes como la disposición de las copas en la mesa o cómo ha de servirse.

Para hacer una buena elección es necesario saber que los vinos blancos armonizan con quesos, carnes blancas, pescados y mariscos. Los vinos tintos son perfectos para carnes rojas, buey y caza mayor. Es adecuado combinar vinos y platos de un mismo origen. Los platos que han sido elaborados con un vino determinado se realzan acompañados con el mismo vino. Por otro lado es necesario saber que el vinagre siempre combina mal con el vino, que el agua de mar, y aquello que la contiene, es incompatible con el vino tinto y que no deben acompañarse con vino platos de culturas exóticas de las que desconocen su existencia.

Es necesario tener presente que el vino no tolera los cambios bruscos de temperatura, por lo que deberá alcanzar su temperatura de servicio de forma lenta y gradual. En general, los vinos jóvenes se servirán más frescos que los viejos; las temperaturas más cálidas convienen a los vinos tintos con cuerpo y crianza, que se servirán entre 14 y 17 grados. Las temperaturas más frías, entre 7 y 10 grados, resaltan la agradable acidez de los blancos jóvenes y secos. Los vinos dulces deben beberse más fríos aún para que su dulzor se armonice; su temperatura ideal es de 5 grados. Por último, el cava y los espumosos son perfectos entre 6 y 8 grados.

La elección de la copa de servicio es muy importante, ya que el vino se aprecia de forma diferente según el tipo de copa en que es servido. Deberá ser de un vidrio fino, poco grueso, de transparencia absoluta y totalmente incoloro. Ha de tener la boca más bien cerrada para no dejar escapar los aromas. Puede ser de muy diversas formas : semiredonda y casi esférica para vinos blancos y tintos, con forma de tulipa para los vinos tranquilos y con forma de flauta para los cavas.
A la hora de poner la mesa siempre se colocará, de izquierda a derecha: copa de agua, copa de vino tinto, copa de vino blanco y copa de cava.

Cuando se sirva el vino es oportuno saber que el blanco seco precede a los demás vinos.El vino tinto precede al vino dulce o licoroso.Si se sirven varios vinos blancos secos o varios tintos:El más ligero ha de preceder al más generoso.El más joven al de mayor edad. Con los postres, es el momento de servir vinos dulces o generosos como moscateles, olorosos, nunca con cava brut o seco.

Por último es importante saber que no es correcto llenar en exceso las copas, pues echaríamos a perder muchos de los aromas y sabores de este preciado líquido: el vino.
Ana Jiménez.-

La Propina

Imagínese que acaba de desembarcar en París, coge un taxi hasta su hotel y el conductor es muy agradable durante todo el trayecto. Cuando llega, un botones le espera en recepción para llevar sus maletas hasta el cuarto. Usted se asea y decide ir a dar un paseo por la capital en busca de un restaurante que cubra sus expectativas. Después de una comida excelente y un servicio exquisito, usted decide visitar la torre Eiffel y los campos Elíseos. Cuando regresa al hotel le apetece descansar y tomar un Champagne, así que llama al servicio de habitaciones que resulta ser muy rápido. Usted se siente como en casa.
Ahora imagínese que acaba de desembarcar en París, coge un taxi hasta su hotel y el conductor es muy desagradable durante el trayecto. Cuando llega usted mismo tiene que subir sus maletas hasta la habitación. Está agotado así que decide asearse e ir a dar un paseo por la capital en busca de un restaurante que cubra sus expectativas. A juzgar por la apariencia, el lugar que había escogido para comer iba a ser excelente, sin embargo tardaron mucho en traer la comida y estaba fría. Además su camarero no era capaz de servirle el vino sin derramarlo por todo el mantel. Algo descontento usted decide visitar la Torre Eiffel y los Campos Eliseos. Cuando regresa al hotel le apetece descansar y tomar un Champagne, llama al servicio de habitaciones, pero no les queda ninguna botella; pide entonces un vino blanco. Cuando se lo traen han pasado veinte minutos y ya ni siquiera le apetece. Sólo quiere llamar a su familia y olvidarse de aquel día.
En España no es obligatorio dejar propina, pero resulta una buena manera de agradecer el servicio que se nos ha dado, siempre y cuando haya sido satisfactorio. La Real Academia de lengua Española define propina como agasajo que sobre el precio convenido y como muestra de satisfacción se da por algún servicio.
La propina es en definitiva una muestra de gratitud por eso dejar la calderilla que le sobra en la cartera podría resultar ofensivo. Del mismo modo, excederse al dar la propina resultaría ostentoso. Lo más apropiado sería dejar el 10% de lo que pagó. Si el servicio le pareció excelente puede dejar más. Al botones que le ayudó a subir las maletas amablemente o a los empleados del servicio de habitaciones de un hotel, les dará la voluntad.
Son muchas más las ocasiones en las que podríamos dejar propina, al aparcacoches de un restaurante o de un hotel, al acomodador que le guía hasta su asiento en el teatro, al chico que le lleva la compra del supermercado a casa, al encargado del ropero (si fuera gratuito),o al sommelier de un restaurante.
Cuando se trata de propinas, hemos de tener cuidado, pues cada país tiene su cultura y sus normas. En Estados Unidos, por ejemplo, la propina no es opcional, es obligatorio dejarla siempre y cuando el servicio haya cumplido los requisitos mínimos.
Nos pasamos todo el día pensando en cómo se debe comer, cómo deben vestir las camareras, cómo debe servir el mayordomo… Y nos olvidamos de un punto importantísimo de las buenas maneras: la propina. ¿Cuánto dar y cómo darla? Siempre con discreción.
Por Ana Jiménez.-