
El protocolo está presente en casi todas las situaciones de nuestra vida. Sin darnos cuenta muchas de nuestras actuaciones siguen unas reglas, normas, protocolos, que ordenan, organizan y facilitan las relaciones y el entendimiento entre las personas.
Igual que en nuestra vida cotidiana en Internet, también hay una serie de reglas que facilitan la comunicación entre los internautas, una serie de pautas de educación que se basan en el respeto, facilitando la interactuación de los que navegan en la red.
El protocolo y las normas que se practican en el ciberespacio, recibe el nombre de netetiqueta. Tener buenos modales también supone saber convivir en la red.
Cuando se navega por Internet, es imprescindible conocer que al escribir un e-mail, es necesario identificarse como se haría es una carta normal o por ejemplo también es importante saber actuar ante conversaciones en un chat. Este tipo de circunstancias, se han convertido en reglas de “etiqueta” para el buen funcionamiento de este mundo de navegación.
Internet se ha convertido en un gran portal de comunicación, en el que se reúnen una gran cantidad de personas, de diversa procedencia, gustos, aficiones…por ello es imprescindible tener educación en la red.
A la hora de escribir un correo electrónico, es necesario poner correctamente el remitente del mensaje, de esta manera se evitarán los mensajes anónimos que son una molestia y suponen un problema en el momento de responder, pues se desconoce cómo hacerlo y a quién dirigirlo.
Un e-mail debe escribirse como si se tratarse de una carta normal. Debe incorporar una cabecera en la que el emisor se presenta, saluda e inicia el asunto del mensaje.
Además, debe ir acompañado de un cuerpo en el que se desarrollará el tema del correo, y por último una despedida en la que de deberá incluir una firma.
En muchas ocasiones, se adjuntan archivos a los correos, en estos casos, es importante que estos documentos no sean muy pesados, pues podrían bloquear o ralentizar el ordenador del que lo recibe.
Todo correo electrónico que esté correctamente escrito, debe ir acompañado de un asunto, que permita al receptor identificar o hacerse una idea rápida del tema del e-mail. Se ahorrará tiempo y facilitará la clasificación de los mensajes, evitando posibles confusiones.
Existen en el ciberespacio numerosos mensajes en cadena, práctica que se debe evitar a toda costa, puesto que en muchas ocasiones suponen una molestia.
Otra regla importante, es el buen uso de las mayúsculas y las minúsculas. En el lenguaje de la red, los mensajes que se escriben en mayúscula son como si se estuviese gritando al que recibe el texto. Así que se considera una gran falta de educación.
En definitiva, el protocolo se encuentra en muchos ámbitos de la realidad, Internet es un claro ejemplo de cómo la educación y una serie de reglas son asumidas por toda la comunidad de internautas.
Si alguna vez se tiene dudas de cómo actuar, pues es muy complicado conocer todas las normas de actuación en Internet, el sentido común nos ayudará, “no hacer aquello que no nos gustaría que nos hiciesen”.
Patricia Félez Menéndez