viernes, 6 de marzo de 2009

Curiosidades del Mundo Musulmán (Primera Parte)

Resulta fascinante lo diferentes que pueden llegar a ser dos culturas, a pesar de la aparente proximidad que existe hoy en día gracias a las nuevas tecnologías. Desde el principio de los tiempos el mundo ha sido dividido por el hombre entre oriente y occidente. Esta división no es casual, los grandes enconos existentes entre oriente y occidente ( especialmente entre las religiones musulmana y cristiana), han sido origen de guerras, Cruzadas, muerte y destrucción. Dada la creciente tensión entre el mundo occidental y el oriental en los últimos años, parece oportuno conocer un poco la cultura musulmana. Se dice que se teme y recela de lo desconocido. Conozcámosles un poco más, veremos que nos parecemos más de lo que creíamos.

El protocolo musulmán puede llamar nuestra atención , pero como veremos tiene su lógica. Pongámonos en el caso de que acabamos de recibir una invitación para una cena de gala que tendrá lugar el mes que viene en la Embajada de Marruecos en Madrid. Una vez confirmada la asistencia por escrito, nos preparamos para el momento. Lo primero que hay que hacer es comprar un regalo, ya que es impensable llegar con las manos vacías. Además, nuestra vestimenta tiene que ser muy formal, por lo que es recomendable revisar el armario para elegir el modelo más adecuado para la ocasión. Las mujeres no podemos elegir prendas llamativas o provocativas. Se debe evitar marcar la silueta y enseñar mucha piel. No está de más llevar con nosotras algún fular, por si tenemos que cubrirnos el cabello con el fin de no desentonar entre las demás mujeres de la velada.

Una vez allí, nos quitaremos los zapatos a la entrada y saludaremos a todos los conocidos. Los hombres deben realizar una reverencia, y las mujeres dar la mano. Si la persona a la que se saluda es mayor que nosotros, hay que besar su mano y después colocarla sobre nuestra frente. Si queremos conocer a alguien, no podemos dirigirnos directamente a ellos, una tercera persona será la que nos la presente, y si no se pudiera dar el caso, nos acercaremos con extrema educación. Es típico de la cultura musulmana preguntar por la salud del interlocutor y por la de su familia, aunque no sea alguien próximo a nosotros.

Durante la cena, todos los comensales estarán sentados en el suelo – los hombres con las piernas cruzadas, y las mujeres las mantendrán bajas o de costado- . Jamás se ha de empezar a comer hasta que el anfitrión nos invite a hacerlo, debemos evitar el contacto físico durante el tiempo que estemos allí y, por supuesto, participar de la conversación. Asimismo, procurar no hacer ruido, probar todo lo que nos sirvan y ser muy precavidos con las cantidades. Al principio y al final de cada comida, se agradece a Alá los alimentos recibidos. El uso de los cubiertos se realiza con la mano derecha, ya que la izquierda se considera impura.

Respecto a las costumbres gastronómicas, jamás se come cerdo (por ser el único animal que ingiere sus propios excrementos), y no se bebe alcohol. Además hay que saber que las comidas estarán casi siempre muy especiadas o incluso picantes. Al final de cada cena, se toma una taza de té, muy fuerte y amargo. Es importante tener en cuenta que jamás se debe fumar en presencia de alguien mayor que nosotros.

Aquí finalizan las primeras pinceladas de protocolo musulmán. Prometemos más entregas para convertiros en todos unos expertos.

Por Ana Jiménez y Esperanza de Toro.-

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