miércoles, 4 de marzo de 2009

El Papiro de Prisses

La civilización del antiguo Egipto fue una de las más avanzadas para su tiempo. A orillas del río Nilo las tierras eran muy fértiles y la agricultura, por lo tanto, se convertía en una tarea menos laboriosa que dejaba tiempo a otros menesteres como la cultura, la tecnología o el arte. Aún no dejamos de sorprendernos con las magnificas pirámides y sus proporciones, el sistema de escritura o sus conocimientos sobre medicina y matemáticas. Todas estas actividades estaban dirigidas por el faraón, un personaje semi-divino perteneciente a una sucesión de dinastías.

En el Imperio Antiguo, durante la V dinastía, el alto clero y los gobernadores locales aumentaron sus poderes. Por ello el faraón Isesi mandó escribir a un dignatario de su corte una serie de prescripciones para los jóvenes egipcios destinados a ascender en la escala social de la época. El documento se conoce como “Papiro de Prisses” y está contenido en “Las enseñanzas de Ptahhotep”. Datan del año 2500 a. C.

El manuscrito dice así: "El comienzo de los preceptos de las hermosas palabras que el visir Ptahhotep ha escrito para instruir a los ignorantes en el conocimiento y en el método correcto de las hermosas palabras como algo beneficioso para quien escuche y perjudicial para quien lo desobedezca".

A lo largo del papiro se utiliza innumerables veces la expresión de las hermosas palabras, que no es más que un sinónimo de la buena educación.

Estas son algunas de las indicaciones de Ptahhotep: "No te vanaglories de tu conocimiento, ni te enorgullezcas porque eres sabio. Toma consejo del ignorante de la misma forma que del sabio, pues no se ha alcanzado el límite del arte, ni hay artesano que haya adquirido su perfección".

"Si encuentras un camorrista en su momento de acción, alguien igual a ti, que está a tu nivel, harás que se manifieste tu virtud contra él mediante el silencio cuando hable mal."

En el documento también se pueden encontrar máximas para comportarse en la mesa si se ha sido invitado por un alto dignatario:

"Olvidar la gula y atenerse a lo que ordene el espíritu del noble que te ha invitado".

"Si eres un huésped sentado a la mesa de alguien más importante que tú, acepta aquello que él ha hecho que sea colocado ante tus narices. No mires lo que está delante de él. Debes contemplar lo que está ante ti, pero no claves la vista en ello con repetidas ojeadas, pues arrojarse en ello es lo que aborrece el ka. No le hables hasta que te llame, pues uno no conoce lo que le desagrada. Deberás hablar cuando se dirija a ti y lo que digas debe resultarle agradable. Reirás después que él ría y le será muy complaciente".

El Papiro de Prisses fue adquirido por E. Prisse d´Avennes en Drac Abou´l Negga y actualmente está custodiado en la Biblioteca Nacional de París.
Por Ana Jiménez y Esperanza de Toro.-

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